martes, 23 de septiembre de 2008

Primera entrega

No es fácil que ningun@ de vosotr@s se crea lo que aquí voy a relatar, pero es preciso que os cuente lo que me sucede; en primer lugar, para mantener los restos de cordura que aún perviven entre mis delirios, pero también para avisaros y de esa manera evitar que vuelva a suceder nada semejante.

Un precioso día de Octubre del año 1.067 decidí subir a recoger setas, ya que las últimas lluvias y el agradable bochorno que soplaba desde Iruña me hacían presumir que la cosecha sería abundante.

Así que preparé mi zurrón con una rebanada de pan que encontré al lado del fuego y mi querida calabaza hueca convenientemente repleta de vino de Txurio y partí de Zeia, el pueblo más rumboso del valle de Garaño, en dirección a las cumbres de Mortxe.

Me las presumía muy felices, silbando y libando por el antiguo camino de San Cristóbal, cuando me pareció atisbar entre unas matas a Feli, un habitante del lugar de Beasoain, rival infatigable en la recogida de setas; más de una vez había regresado a mi caserío agotado y con las alforjas vacías por culpa de su inveterada habilidad en este terreno. ¡Aquella podía ser la ocasión soñada para resarcirme de todas sus victorias!.

Le espié miserablemente durante horas mientras tomaba nota mentalmente de sus continuas agachadillas y me regodeaba pensando en que quizás en la próxima ocasión podría tomarle la delantera, cuando inesperadamente se me vino encima una masa sobrehumana, un ¿animal? inexplicable que, a velocidad de vértigo me cargó sobre su inmenso hombro y me llevó galopando hacia las intrincadas profundidades del bosque.

Me quedé paralizado; no tuve presencia de ánimo ni siquiera para gritar a Feli que me socorriera, cuando vi en una especie de vértigo, que nos dirigíamos hacia la sima de Mortxe. Caí en la cuenta de pronto que aquel ente inconcebible no podía ser otro que el mítico KaskaKromlech, aquel del que hablan las leyendas más arcanas...

6 comentarios:

Casa Musurbil dijo...

Se admiten ideas para la segunda entrega...

Anónimo dijo...

jambo. Se me ha puesto la carne de gallina. te lo juro. oohhhhhh!!!!!

Anónimo dijo...

Y.. si entraste con el en la sima de Mortxe, habrías quizás salido por el Pixontxi de Anotz? Puede que la guarnición del Gaztelu te socorriera? o por el contrario desde el mismo Pixontxi el Kaska te predijo para tu asombro que las fortalezas de Orarregi y Garaño no serían eternas?

Unknown dijo...

ole! esto es todo un lujazo, musurbil!

Anónimo dijo...

Vale, vale, un cuento fantástico pero, ¿y dónde se agachaba el Feli?

Casa Musurbil dijo...

Ay, setera... como te diría él: "en el monte" 8D
¡Eso sí que es un enigma!